04/07/11: David contra Goliat, victorias vecinales

FUENTE: DIARIO DE SEVILLA

pulsos de los vecinos a la administración

David contra Goliat, victorias vecinales

La reciente sentencia que tumba para siempre la obra de la biblioteca universitaria del Prado se suma a varias luchas ciudadanas justas y razonables que han prosperado.

A. S. Ameneiro

Desafiar al poder con causas justas tiene un coste y un gran desgaste. Dice un sabio que no hay otra alternativa que reivindicar, que «el poder no concede nada sin pedirlo. Nunca lo hizo y nunca lo hará», en palabras del más famoso escritor afroamericano y abolicionista Frederick Douglass, que nació siendo esclavo (1818). En Sevilla lo saben bien los vecinos del Prado y Huerta de la Salud que acaban de ganar definitivamente en los tribunales la batalla contra la construcción de la biblioteca universitaria en los jardines públicos hechos en 1997 con fondos europeos.

Contando con el caso de la biblioteca se elevan a ocho las victorias vecinales, en la mayoría de los casos logradas en los tribunales y, en otros, con movilizaciones en la calle. Todos coincidieron en el tiempo con los doce años del mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE).

El recurso al juez permitió anular la obra de la biblioteca del Prado y, años antes, acabar con el exceso de ruido en Santa Cruz (2005), la movida en el Arenal (2007), la botellona en La Florida (2008) y alejó para siempre el proyecto de la mezquita en Los Bermejales (2008).

El recurso a las manifestaciones en la calle un día tras otro permitió asimismo importantes conquistas que parecían impensables en el Polígono Sur, en Bellavista y en el barrio de Santa Cruz.

En 2003 empezó a funcionar la Autoridad Única para el Polígono Sur dirigida por el comisionado Jesús Maeztu que los vecinos venían rogando desde hace décadas para solucionar la marginalidad de esta zona.

En 2009, el nombre de la Plaza de la Alianza fue repuesto por el Ayuntamiento tras las protestas de los vecinos del barrio de Santa Cruz contra el cambio de nombre por el del socialista Indalecio Prieto, destacado político de la Segunda República española.

En 2010 el barrio de Bellavista vio concluidas las obras del bulevar que puso fin para siempre a la escalofriante cifra de atropellos mortales en la antigua Nacional IV y a la división del barrio. La nueva variante de Bellavista absorbió la circulación que antes atravesaba por la barriada.

La carencia de equipamientos y zonas verdes en muchos barrios también se ha solucionado desde siempre con movilizaciones vecinales. Así consiguió Alcosa su parque Tamarguillo con sus huertos en lo que antes era un solar degradado, el Pumarejo el compromiso de rescate municipal de la casa palacio del siglo XVIII, Tres Barrios-Amate su plan integral -pendiente aún de dotación presupuestaria- para frenar la degradación de Los Pajaritos, Madre de Dios, Las Candelarias y Amate, y así se han ido mejorando todos los barrios de la ciudad, sobre todo los más alejados del centro.

El caso de la mezquita
Conchita Rivas, con 71 años, siete hijos y otros tantos nietos, ha liderado la lucha vecinal en Bermejales desde la asociación que preside (Bermejales 2000). Está feliz porque donde se proyectó la mezquita, en el solar público de la calle Finlandia, ahora se ha proyectado la Escuela Politécnica de la Universidad de Sevilla y el centro cívico que se pide desde 1997 (el ex alcalde Monteseirín llegó a firmar este compromiso en dos contratos-programa que incumplió). «Estas instalaciones sí son algo bueno para el barrio y no vulneran la legislación urbanística porque esos terrenos están contemplados en el PGOU para dotaciones básicas del barrio. He luchado siempre en mi vida por todo lo que he creído injusto y abusivo y siempre he conseguido todo cuando me asistía la razón. Hemos estado solos en esto, pero a mí no me pisotea nadie», sentencia esta mujer de carácter para quien «en la mezquita había otros intereses del Gobierno central». El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) dio la razón a los vecinos y acusó al Ayuntamiento de «verdadero fraude urbanístico».

La lucha les costó 7.000 euros en abogados que recaudaron entre todos y granjeó a su líder tan buena fama que los empresarios del centro añoraban una Conchita Rivas para su lucha contra el plan de tráfico del centro.

La asociación de Bermejales se alegra de la victoria de los vecinos del Prado con la biblioteca, a los que también apoyaron en esa lucha, y felicita al presidente José Miguel Cruz.

Plaza de la Alianza
En el barrio de Santa Cruz, la presidenta de la asociación, María José del Rey, no duda en calificar la lucha por el mantenimiento del nombre de la Plaza de la Alianza como «lo más importante» que han conseguido los vecinos en los últimos años. En contra de la denominación de Indalecio Prieto acordada en un Pleno de 2006 por el gobierno local (PSOE-IU) a propuesta del entonces concejal socialista Antonio Rodríguez Galindo (que proponía este homenaje a Prieto por el 75 aniversario de su cesión del Alcázar a la ciudad), el barrio buscó amparo en el Defensor del Pueblo Andaluz y logró frenar la nueva rotulación. El gobierno acordó poner ese nombre a la calle Tomás Ibarra, cuyos vecinos también se están movilizando para revocarlo.

Santa Cruz también fue escenario de otra lucha vecinal que ganó en los tribunales en 2005 contra los ruidos y la dejación del Ayuntamiento. Juan Carlos Mantilla de los Ríos ocupaba entonces la presidencia de la asociación de vecinos, a quienes el TSJA acabó dando la razón y sentenció que el Consistorio había vulnerado su propia ordenanza de ruidos porque no podía anular la declaración de zona saturada de ruido en Santa Cruz. En la actualidad, sin embargo, Santa Cruz no está entre las zonas saturadas de ruidos y, por tanto, hay menos límites para montar establecimientos.

En el casco histórico, la asociación de defensa del patrimonio (Adepa) ganó inicialmente en los tribunales la denuncia contra la modificación puntual del PGOU que hizo el Ayuntamiento para permitir cambios en la trama urbana de barrios históricos como Triana y San Luis, pero finalmente el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía dio un paso atrás, recuerda su presidente Joaquín Egea, director del colegio Buen Pastor.

Dentro de los casos ganados, la victoria del Arenal contra los efectos negativos de la movida y la botellona fue definitiva en 2007. La sentencia llegó diez años después de la denuncia de Antonio Fernández, presidente de la asociación Torre del Oro, quien recuerda que el punto fuerte de la denuncia fue «el acta notarial de llanto» sobre la gente orinando en la calle y en los portales, especialmente en las calles Adriano y Pastor y Landero. El acta se recogió gracias al notario Pedro Romero Candau, el único que respondió de los siete a los que recurrió para que dieran fe de la situación. «Recién casado como estaba. Tomamos nota de todo y dimos la vuelta a todas las calles del barrio», relata Antonio.

Hay reivindicaciones que no se han cumplido, como la denuncia de ocho entidades vecinales del centro contra la ordenanza de peatones y ciclistas, que ha sido avalada en 2011 por el Tribunal Supremo, y la denuncia de Adepa para pedir la suspensión cautelar de la obra de la Encarnación Metropol Parasol, un edificio ya inaugurado.